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Foto del escritorNelly González

¿Cómo enseñar a nuestros hijos/hijas a ser personas agradecidas?

Actualizado: 26 mar 2023

En este mundo tan agitado y lleno de estrés en el que vivimos, muchas veces nos acostamos con la sensación de mal gusto por el día pésimo que tal vez tuvimos en el trabajo, la casa, la universidad, etc. despertándonos incluso, con la misma sensación, volviendo a tener un día de malas constantemente.

Existen varias maneras de aplacar esta situación, una de ellas es empezando a agradecer por todo lo que nos pasa a diario y luego compartir este buen hábito con nuestros hijos e hijas.

¿Cómo hacerlo?

A continuación, te dejo los pasos de una técnica muy eficaz que puedes practicar en familia:

  1. Elige el momento apropiado: Generalmente, es mejor aplicar esta técnica en las noches, una vez acostados en la cama antes de dormir, porque es un momento cuando terminó el día, no hay tantos distractores y el efecto final que ocurre, luego de agradecer, te permite dormir con mayor tranquilidad. Sin embargo, tal vez a ustedes les funcione realizar esta técnica en otro momento, vayan probando hasta darse cuenta en qué lugar les resulta mejor.

  2. Anticipa a tu hijo/hija: Previamente, hazle saber que te gustaría contarle cómo estuvo tu día. En caso de que tu día haya sido poco agradable, cuéntale que, a pesar de ello, te diste cuenta que también te pasaron otras cosas que quisieras compartirle. Esto le dará curiosidad. Luego, invita a tu hijo/hija a comentar cómo estuvo su día. Esta primera parte, incrementará la comunicación entre ustedes.

  3. Juntos escojan un nombre a la técnica: Cuando le das la oportunidad a tus hijos/hijas de ser partícipes en esta o cualquier otra actividad que realicen juntos, sienten que su opinión es considerada, además potencia su capacidad de creatividad y sentido del humor, habilidades innatas en los niños y niñas. Pueden llamar a este evento: "Charlitas nocturnas", "Nochecitas de gracias", "Tiempo para dos"... lo que ustedes realmente quieran. Simplemente, echen a volar su imaginación.

  4. Comienza dando las instrucciones: La primera noche, empieza explicándole en qué consiste "el juego" (sí, los niños y niñas aprenden jugando) que puede ser algo así: "Me he dado cuenta que hoy nos ha pasado muchas cosas, qué afortunados ¿no? pues, qué te parece si yo empiezo agradeciendo por todo eso y luego te toca a ti?". Esto es solo una idea general, tú puedes acomodar la instrucción como mejor creas conveniente. Las siguientes noches, pregúntale si quiere ser él/ella quien inicie la actividad. La idea es que cada quien - turno por turno - agradezca por las cosas que le pasaron durante el día, incluyendo las menos agradables, porque finalmente todo lo que nos pasa en la vida es aprendizaje.

  5. Empiecen la lluvia de agradecimiento: Comienza diciendo "Hoy agradezco por________" (y completa la frase), luego dale la posta a tu hijo/hija y así sucesivamente cada uno va agradeciendo por algo en particular. No hay un número limitado de agradecimiento. Habrán noches donde te sorprenderás de lo mucho que terminarán agradeciendo; otras noches tal vez agradecerán solo un par de cosas, incluso otros días, simplemente no tendrán ganas de agradecer, si eso sucede pues, no pasa nada. Tampoco hay que obligarles a hacerlo.

  6. Evita seleccionar tu agradecimiento: Puedes agradecer porque tuviste un día genial, por tener una familia maravillosa, porque a pesar de trabajar tanto, amas el tiempo que tienen juntos, etc. Sin embargo, también vale agradecer por lo que no te gustó del día, ya que esto a largo plazo, es una buena forma de que tus peques - y tú - vayan interiorizando de manera positiva que la vida está cargada de retos que diariamente nos conllevan al aprendizaje. Recuerdo que alguna vez me pasaron tantas cosas "malas" que empecé mi frase diciendo: "Hoy agradezco porque en mi trabajo aún no me pagan" Mi hijo sorprendido me dijo: y por qué agradeces eso? Le respondí: Porque eso permite darme cuenta que puedo aprender a ahorrar mejor para la próxima. Luego, mi sorpresa fue cuando le tocó su turno: "Bueno, entonces yo agradezco porque hoy me empezó la tos, porque la próxima no comeré tantos helados en un mismo día"


Agradecer por TODO lo que te sucede a diario, te permite estar más presente, valorar lo que tienes a tu alrededor, estar con mayor conexión, mejorar algunas actitudes luego de reconocer que tus "días malos" también pueden convertirse en "buenas lecciones" y sobre todo, enseñarás a tu hijo/hija un gran hábito que seguirá desarrollando aún de adulto, pues agradecer disminuye la frustración y te enseña - entre muchas otras cosas - a tomar todo lo que te sucede en la vida para aprender y crecer como persona.

Respira. Ponte en su lugar. Ama.

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