Ciertamente, no existe un manual para la crianza, puesto que cada niño/niña es un mundo diferente, con procesos de maduración que se desarrollan en tiempos distintos, pero realmente, ¿nadie nos enseñó a ser padres ni madres? Si analizamos brevemente esta pregunta, te darás cuenta que en realidad sí nos enseñaron a serlo, incluso desde que fuimos peques. Por un lado, lo aprendimos a nivel social/cultural y por otro lado, desde nuestra propia experiencia personal. Hagamos la prueba revisando lo siguiente:
A nivel personal: Sin duda, nuestros padres y madres, son las primeras personas de quienes aprendimos este rol, quienes con sus buenos o malos tratos empezaron a ofrecernos la mayor referencia sobre el tema ¿Qué es lo que más recuerdas sobre tu padre y tu madre? ¿Con qué estilo de crianza fuiste creciendo? ¿Tu padre y madre fueron autoritarios, permisivos o democráticos? ¿Qué creencias adquiriste desde tu infancia respecto a la crianza? ¿Para tu padre y tu madre, el rol parental fue muy difícil, fue llevadero, contaban con soporte emocional?
A nivel sociocultural: Al igual que el hogar, la ciudad donde nacemos (incluso el país) son espacios importantes que impactan significativamente en nuestros aprendizajes. ¿Qué recuerdas sobre la comunidad donde creciste? ¿Existían buenos o malos tratos entre los vecinos? ¿Cómo eran los padres y las madres de tus amigos respecto a la crianza? ¿En tu escuela, los docentes estaban autorizados, por los padres y madres, de corregir a los alumnos con golpes y/o castigos? ¿En el país donde creciste, los niños y niñas eran sujetos de derecho o por el contrario solo debían obedecer?
Estas solo son algunas preguntas que pueden apoyarte en el análisis sobre cuál es el significado que has interiorizado desde tu infancia sobre el rol parental. Anota en un papel tus respuestas, con la intención de que identifiques y decidas qué aspectos cambiar.
¿Y tú, cuánta disposición tienes para ser parte del cambio, pese a tus malas experiencias adquiridas?